jueves, 4 de septiembre de 2014

Ampliar la creatividad, expandir lo creativo./ Tarea 2.

"El financiamiento cultural para el derecho a producir cultura. En su artículo “Da compra de produtos e serviços culturais ao direito de produzir cultura”, Luciana Lima y Pablo Ortellado proponen que el financiamiento no se centre en productos culturales de consumo final (una película, una obra de teatro, un disco, etc.), sino en los procesos de creación, investigación y experimentación previos. El financiamiento tradicional en cultura no permite considerar: a) los procesos de innovación y experimentación no directamente relacionados con el producto; b) el tiempo de dedicación de los productores de cultura a dichos procesos y c) las aportaciones desde el procomún y para el procomún que se generan en los mismos. Todos estos aspectos suelen quedar invisibilizados y, a consecuencia de ello, se reduce la libertad creativa y se precariza la actividad de los creadores al reconocer únicamente la etapa final de producción y difusión de bienes y servicios culturales, reduciendo así su capacidad para realizar aportes sustantivos al procomún y al bienestar general. Los autores proponen entonces un modelo de financiamiento público que permita apoyar procesos creativos de largo aliento. Procesos en los que sea posible investigar, experimentar e innovar sin las presiones por obtener un producto de consumo final. Este tipo de financiamiento debería incluir una contrapartida de acceso: precios bajos o gratuidad en el acceso a obras materiales y performáticas, y liberación de los derechos de autor, garantizando la libertad de los usuarios para acceder y disfrutar del arte y la cultura. Jorge Gemetto. Tarea 2"
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        Muchos artistas de las artes escénicas generan trabajos a partir de referencias diversas y lecturas muy variadas. A parte de todo el procedimiento tácito que les precede, así como su experiencia personal a través de su trabajo, se interesan por ciertas temáticas y conceptos. La cultura libre, en este caso, no se vuelve sólo una plataforma para que el artista comparta su trabajo, sino se convierte en una posibilidad de dar garantías, peso e incluso llegar a entender su propia idea desde otra perspectiva. Deseando romper con la individualidad y el vínculo continuo que se crea en las artes en general, me interesaría proponer un repositorio o catálogo de trabajos en proceso y líneas de interés que se expanda a otros campos especializados.
Actualmente, hay una instrumentalización de la información que asombra muchísimo, además de un “estado” artístico que está relativamente obsoleto. El artista individual, cerrado y hermético ya no tiene mucho sentido. En cambio, el artista analítico, con capacidad de diálogo y concreción, el artista que expande su trabajo a otros campos, se ha vuelto en un agente de vital importancia en el panorama actual. Pese a que, desde dentro, los artistas tienen una sensación de hacer visible su proceso a través del trabajo, hay una parte que siempre se queda hueca; yo no he leído el libro que te gusta, no he visto tus notas, tus ensayos, tus textos, no te he escuchado hablar del proceso, etc. Debo hacer una pequeña parada en la utopía que estoy intentando contar para mencionar mi posición respecto a la idea de proceso. Actualmente, el proceso es tan valioso como el producto. Llegado Internet y la sociedad de la información, tenemos la capacidad de expandir conocimiento, compartir hallazgos y romper con las burbujas artísticas que se llevan creando desde hace años. El producto entra fácilmente en el campo de la industria cultural. El proceso entra en el campo de la investigación, del humanismo, del desarrollo y la curiosidad. Soy de los que piensan que compartir un proceso es compartir un conocimiento que va mucho más allá del producto que estas creando y, parece ser, que la cultura libre es una buena plataforma desde dónde generar discurso y conocimiento. En otras palabras, el camino puede tener unas vistas fantásticas. :)

Todd McLellan


Estaría muy interesado en crear una web/repositorio que englobe el proceso de distintas personas que están investigando. Este espacio, permitiría dar visibilidad al conocimiento que consumen, generan y regeneran algunos artistas, así como saber sobre su proceso, sus formas de trabajar e incluso sus estrategias. Además, las referencias y los conceptos, darían cancha a expandir más la idea de crear a un campo de conocimiento mucho más amplio e incluso proporcionar relaciones gráficas entre ellos. El repositorio, que para ser perfecto tendría que ser coordinado por un grupo de personas de distintos campos (filosofía, ciencias, humanidades, antropología, dramaturgia…) propondría la posibilidad de contactar y conversar con la persona que lleva el proyecto, así como dinamizar el espacio con ideas o cuestiones que puedan ser relevantes para los usuarios. Por ejemplo: Muchos artistas trabajan con conceptos filosóficos y basan parte de su discurso en la lectura de libros. ¿Y si, gracias a Internet, pueden tener conversación e intercambio con una persona experta en el campo que estan trabajando? ¿Y si ampliamos el aspecto colaborativo de todo trabajo artístico gracias a la red?

Este podría ser un punto de partida, luego vendría todo lo referente a la organización, la gestión, el contenido, las acciones paralelas e incluso los encuentros. Aún así, sólo escribiendo unas líneas mi mente ya empieza a maquinar sobre sus posibilidades. Tanto si es un proyecto realista como si no, me parece interesante reflexionar sobre la forma en cómo los artistas ya generamos continuamente productos en abierto y el poco uso que hacemos de las fuentes de información que están a nuestro alcance. Debemos recordar que la red no tiene que estar basada en lo que “como creadores” hemos creado, sino en facilitar el acceso a una información que nos parece interesante, relevante y que contribuye a la expansión de los trabajos que hacemos y a la autonomía del conocimiento.

1 comentario:

Mariana Fossatti dijo...

Muchos artistas ya practican el hábito de compartir sus procesos en abierto a través de sus blogs, o de plataformas sociales como Vine o Instagram que permiten compartir lo que se está haciendo en el momento.

Lo que estaría faltando, y es esto lo que propones, sería reunir estos procesos en un espacio-plataforma o tal vez una red, que los conecte, para enriquecerlos. Estoy segura de que, al obtener mayor feedback de sus colegas, así como apoyo de mentores de distintas disciplinas, estos procesos se enriquecerían y los artistas se sentirían mucho más a gusto compartiendo.

Creo que este proyecto hay que pensarlo también como un proceso. Yo no me centraría en pensar la plataforma tecnológica, sino el ambiente que quisiera generar y cómo lo dinamizaría para que se produjeran los procesos que queremos que sucedan.